
UNA DEMOSTRACIÓN INCONTESTABLE
Eclesiastés 8:8 declara una verdad que atraviesa toda la Biblia como un rayo de revelación:
“No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu,
ni potestad sobre el día de la muerte…”
En otras palabras:
El ser humano no controla su espíritu,
no controla la vida,
no controla la muerte,
no controla su existencia.
Pero esta verdad no queda en teoría.
Dios la demuestra de forma visible, palpable y contundente a través de Su Hijo Jesucristo.
Si quieres ver el poder de Dios en su máxima expresión,
solo observa una cosa:
El hombre no podía…
pero Dios sí pudo.
Jesús vino a dejar claro que el Creador tiene autoridad absoluta sobre el cuerpo,
sobre el alma,
sobre el espíritu,
sobre la enfermedad,
sobre la naturaleza,
sobre los naturaleza,
y sobre la vida misma.
Cada milagro es una prueba irrefutable del poder de Dios sobre la humanidad.
🔥 1. EL PARALÍTICO:
Cuando el cuerpo no responde… Dios lo despierta
El paralítico no podía moverse.
Sus músculos, nervios y tendones estaban muertos.
Los hombres podían cargarlo,
pero nadie podía darle su fuerza de regreso.
Hasta que Jesús dijo:
“Levántate.”
Todo lo que estaba dormido, se activó.
Todo lo que estaba muerto, revivió.
Todo lo que estaba inmóvil, caminó.
Ningún ser humano tiene ese poder.
Solo el Creador del cuerpo puede ordenar que funcione de nuevo.
🔥 2. LA MUJER ENCORVADA:
Cuando el cuerpo se deforma… Dios lo endereza
Dieciocho años encorvada,
doblada por el dolor,
sin poder enderezarse.
La medicina no pudo.
Ella misma no pudo.
La religión no pudo.
Pero Jesús la vio y dijo:
“Mujer, eres libre de tu enfermedad.”
Su espalda se enderezó al instante.
Sus huesos obedecieron al Creador que los formó.
Ese es poder sobre la estructura del ser humano.
🔥 3. LA MUJER DEL FLUJO DE SANGRE:
Cuando la vida se escapa… Dios la sostiene
Doce años perdiendo sangre.
Doce años debilitándose.
Doce años buscando ayuda sin encontrarla.
Pero tocó el borde del manto…
“Poder salió de mí.”
Su flujo se detuvo.
Su cuerpo recuperó su vitalidad.
Su vida dejó de desangrarse.
Solo Dios puede detener un proceso interno que nadie comprende ni controla.
🔥 4. LOS CIEGOS:
Cuando la luz no entra… Dios abre los ojos
Ciegos de nacimiento,
ciegos por enfermedad,
ciegos por trauma…
Jesús les devolvió la vista con una palabra,
con un toque,
con lodo,
o simplemente con Su presencia.
¿Por qué?
Porque Él creó los ojos.
Él formó la retina.
Él diseñó el nervio óptico.
Él encendió la luz en la humanidad.
Solo el que creó la vista puede restaurarla.
🔥 5. LA OREJA DE MALCO:
Cuando algo se destruye… Dios lo vuelve a unir
Los discípulos no pudieron pegarla.
Los soldados no pudieron detener el sangrado.
Ningún médico podía hacer cirugía instantánea en plena noche.
Pero Jesús tomó la oreja cortada…
y la colocó de vuelta…
y quedó sana.
Ese milagro muestra algo glorioso:
Dios no solo sana…
Dios restaura lo que se destruyó.
🔥 6. LOS ENDEMONIADOS:
Cuando el espíritu humano es prisionero… Dios lo libera
Los hombres no podían liberar al gadareno.
Nadie podía controlar su fuerza,
su tormento,
su violencia,
su opresión.
Pero Jesús llegó…
y los demonios comenzaron a rogar,
a suplicar,
a pedir permiso.
Una sola palabra de Jesús:
“¡Sal de él!”
Y todo el infierno obedeció.
Porque Dios tiene autoridad sobre el espíritu del hombre
y sobre los espíritus inmundos.
🔥 7. LOS MUERTOS:
Cuando el espíritu ya dejó el cuerpo… Dios lo llama de regreso
La hija de Jairo.
El joven de Naín.
Lázaro de cuatro días.
Cuando la muerte dijo “se acabó”,
cuando el cuerpo ya no respiraba,
cuando la gente ya lloraba…
Jesús dijo:
“No está muerta.”
“Joven, a ti te digo, levántate.”
“Lázaro, ven fuera.”
Y la muerte tuvo que retroceder.
El espíritu regresó.
La vida volvió a entrar.
Porque la vida y la muerte obedecen la voz del Creador.
🔥 ¿QUÉ DEMUESTRA TODO ESTO?
Demuestra que:
✔️ El hombre no puede sanar su espíritu.
✔️ El hombre no puede controlar la muerte.
✔️ El hombre no puede detener enfermedad.
✔️ El hombre no puede revertir destrucción.
✔️ El hombre no puede expulsar demonios.
✔️ El hombre no puede devolver la vida.
Pero Jesús sí.
Todos estos milagros son señales del Reino,
señales de la autoridad divina,
señales del poder creador manifestado en forma humana.
Son pruebas incontestables de que:
El que habló en el principio sigue hablando hoy.
El que creó la vida sigue gobernando la vida.
El que formó el espíritu sigue teniendo autoridad sobre él.
El que estableció el día de la muerte es el único que puede revertirlo.
Nadie tiene poder sobre el espíritu…
pero Él sí.
Nadie controla la vida…
pero Él sí.
Nadie puede sanar, liberar o resucitar…
pero Él sí.
✨ **Dios tiene poder absoluto sobre la humanidad.
Y Jesús lo mostró en cada milagro.**
Ese es el mensaje.
Ese es el Reino.
Esa es la evidencia.
Y por eso seguimos adorándolo hoy.
Autor: Sergio Granados
Ministerio / Blog: Precursores de Cristo.
Si este estudio edificó tu vida, siéntete libre de compartirlo con otros.

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