
Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Isaiah 40:3
La Preexistencia de Cristo: el plan eterno de Dios antes de la creación
Introducción breve:
Antes de la creación, Dios ya había establecido un plan eterno que se manifestaría en Cristo. Este estudio busca entender la preexistencia del Hijo, sus implicaciones y los debates que ha generado, manteniendo una perspectiva bíblica y neutral.
Índice de puntos clave
- Perspectiva bíblica – “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1)
- Perspectiva histórica y doctrinal – “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina” (2 Timoteo 4:3)
- Puntos de debate y dificultad – “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, mas las reveladas son para nosotros” (Deuteronomio 29:29)
- Concepto de preexistencia – “Ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos” (1 Pedro 1:20)
- Implicaciones de la preexistencia como existencia espiritual – “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24)
- Problemas de dos espíritus eternos – “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Deuteronomio 6:4)
- Conclusión neutral – “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos” (Romanos 11:36)
Este índice funciona como guía para que el lector sepa qué encontrará en el estudio.
Desarrollo de los puntos
1. Perspectiva bíblica
- La Biblia establece que Dios es único y eterno, y todo lo visible fue creado por Él.
- Juan 1:1-3 y Colosenses 1:16-17 muestran que Cristo participó del plan de Dios antes de la manifestación en carne.
- La preexistencia se entiende mejor como el propósito eterno de Dios, no como existencia independiente de un segundo espíritu.
2. Perspectiva histórica y doctrinal
- Desde los primeros siglos hubo debate sobre la naturaleza del Hijo: ¿existía eternamente junto al Padre o era manifestación del plan divino?
- El Concilio de Nicea (325 d.C.) definió que el Hijo es “engendrado, no creado”, mientras que otras tradiciones cristianas interpretaron los textos de diferentes maneras.
- Analizar la historia doctrinal ayuda a entender las diversas perspectivas sobre la preexistencia.
3. Puntos de debate y dificultad
- La pregunta principal: ¿cómo puede Cristo existir “antes de la creación” sin violar la unicidad de Dios?
- Otro debate: ¿implica esto la existencia de dos espíritus eternos?
- Deuteronomio 29:29 nos recuerda que no todo es completamente comprensible, pero lo que Dios ha revelado permite profundizar en su plan.
4. Concepto de preexistencia
- Se puede entender como:
- Existencia literal: el Hijo como persona divina junto al Padre antes de la creación.
- Existencia en el plan eterno: Cristo como propósito divino asegurado desde antes del mundo (1 Pedro 1:20).
- La segunda opción evita problemas lógicos y mantiene la unicidad de Dios, mostrando que Cristo es el medio elegido para cumplir el plan de salvación
5. Implicaciones de la preexistencia como existencia espiritual
- Interpretar la preexistencia como existencia literal de dos espíritus genera conflicto con la unicidad de Dios.
- Verla como existencia en el propósito espiritual de Dios es más coherente: Cristo estaba “real” en el plan eterno, aunque no encarnado.
- Esta perspectiva explica su participación en la creación sin comprometer la enseñanza bíblica ni la lógica.
6. Problemas de dos espíritus eternos
- La Biblia enfatiza que Dios es uno (Deuteronomio 6:4).
- Afirmar que Padre y Hijo existían como dos seres separados rompe la lógica monoteísta.
- Considerar al Hijo como Palabra y plan eterno de Dios hasta la encarnación mantiene coherencia y fidelidad a la Escritura.
7. Conclusión neutral
- La preexistencia de Cristo puede entenderse como plan eterno de Dios o existencia literal junto al Padre, según la interpretación.
- Lo esencial: todo proviene de un solo Dios, y Cristo es la manifestación suprema de su plan de salvación (Romanos 11:36).
- Este enfoque neutral permite estudiar la preexistencia sin contradicciones y apreciar la grandeza del plan divino.
Cierre / Reflexión final
La preexistencia de Cristo nos recuerda que el plan de Dios no tiene límites de tiempo ni de comprensión humana. Antes de la creación, Dios ya había pensado en la salvación y en su manifestación en Cristo.
Aunque los detalles puedan parecer misteriosos, lo esencial es reconocer:
- Todo proviene de un solo Dios eterno.
- Cristo es la manifestación del propósito eterno de Dios.
- La Escritura nos da luz suficiente para confiar en su plan y admirar su sabiduría.
Este estudio no busca dar todas las respuestas, sino invitar a contemplar la grandeza del plan divino, confiando en su soberanía y amor eterno.

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